domingo, 16 de febrero de 2014

¿PUEDEN SER CATÓLICOS LOS NUEVOS TEMPLARIOS?

Todos sabemos que la Orden del Temple nació dentro de la Iglesia Católica Apostólica y Romana. Otra cosa es que la filosofía de las personas que idearon la Orden fuera fiel, absolutamente, a la doctrina y al magisterio de Roma (es un tema a debate) Pero otra muy diferente es si los que ahora se consideran, de alguna forma, herederos de la Orden de los Caballeros de Cristo, deben considerarse católicos, deben encontrarse dentro de la Iglesia vaticana.

Clemente V, Papa torturador
El tema no es baladí. Pudiera parecer a primera vista que, dado que la Orden nació dentro de la Iglesia católica (aunque en realidad la idea original, el objetivo, su filosofía no fue en el seno eclesial sino fuera de él, aunque con personas que eran católicas, y sería años después cuando se organizaría el concilio y se le daría carta de naturaleza vaticana) los que seguimos la energía y filosofía templaria deberíamos estar también dentro de la Iglesia romana. 

Pero lo cierto es que desde que Vaticano, un Papa, Clemente, decide prohibir la Orden, su desmantelación, robarles todas sus posesiones y entregárselas a otras Ordenes (algunas hermanas, otras creadas al efecto) prohibir el hábito y sus actividades y, principalmente, permitir y auspiciar un proceso ilegal, inhumano, anti cristiano, salvaje y lleno de embustes, torturas y malas artes (demoníacas sin duda) cualquiera que ame a los freires y su filosofía, sus enseñanzas, su cultura, etc., no puede sentirse, de corazón, dentro de la misma Iglesia que masacro a cientos de caballeros, que les robó, que les insultó y condenó, que les impidió recibir los santos sacramentos... 

Y no valdría exponer que son otros tiempos, que era otra época. Porque una de las características de la Iglesia Católica es su creencia en la sucesión episcopal y papal, de forma que todos los Papas son, han sido, seguidores del mismísimo Pedro y todos son primados de la Iglesia. De esta manera, todos se han ido apoyando en los anteriores en casi todo lo decretado, con mínimas excepciones y muy escasas peticiones de perdón por los errores cometidos por antecesores. Y hasta la fecha, ningún Papa ha pedido perdón por aquella barbaridad (y el documento de Chinon no exculpa Clemente) por lo que la Iglesia Católica no se ha reconciliado con unos de sus miembros más destacados en todos los ámbitos, los templarios.

domingo, 2 de febrero de 2014

LA ORDEN DEL TEMPLE Y NUESTRA SEÑORA

Es conocido que los Caballeros templarios veneraban de forma muy especial a Nuestra Señora. Para la mayoría de los estudiosos ortodoxos (la historia oficial) por Nuestra Señora debemos entender a María, la comúnmente conocida con Virgen María, madre de Jesucristo. Pero sin embargo, otras líneas de estudio e investigación caminan en otro sendero, pensando que Nuestra Señora se referiría a María Magdalena, la Apostol Apostolorum.

María Magdalena y el Grial
De hecho, el término de Nuestra Señora se lo debemos al maestro Bernardo, el auténtico creador intelectual de la Orden del Temple. Para la Iglesia Católica es claro que el monje cisterciense Bernardo se refiere a la Virgen María. Sin embargo, hay muchas dudas al respecto y podría tratarse, perfectamente de María Magdalena, que no sólo es el Apóstol de los Apóstoles o el Primer Apóstol (tal y como la reconocen tanto la Iglesia Católica como la Iglesia Cristiana Oriental) sino que sería la esposa sagrada del Maestro de Galilea, el discípulo más amado al que besa a menudo en la boca, tal y como se recoge en Evangelios apócrifos, perteneciente al grupo de Betania, los auténticos y más directos aliados y protectores de Jesús.

Y una de las claves que nos proporciona Bernardo de Claraval para que entendamos a quien se refiere cuando habla de Nuestra Señora es su extenso y erudito trabajo sobre el Cantar de los Cantares, el libro más sensual de la Biblia, y que versa especialmente sobre el Amor sagrado, el Esposamiento sagrado, sobre la Esposa sagrada. Y de hecho, el concepto Mi Señora se utilizaba de forma general en su época por los caballeros para hablar de sus damas, sobre todo en un lenguaje romántico.

Todo esto no significa que los templarios no tuvieran devoción por la Virgen María. Lo cierto es que fue Bernardo el que, según la Iglesia Católica, devolvió la importancia al culto mariano, después de muchos años de quedar en un segundo plano. Pero la pregunta sería: ¿se refería Bernardo a la Virgen o a María Magdalena? ¿Ocultó Bernardo el culto al Principio femenino, a la Esposa sagrada que sería María Magdalena tras el velo de María la madre del Señor?...

Todas estas dudas las analizaremos en el I Seminario Nacional de Templelogía de Madrid...