Se ha escrito mucho, muchísimo, acerca de la relación de Jesús de Nazaret con Maria Magdalena. Su relación como maestro y discípula; su relación como esposos; su relación como el Maestro y la apóstol de los apóstoles... Muchas letras, muchas ideas, muchas teorías e hipótesis.
Pero hay una cuestión que apenas se ha tratado, yo creo que por miedo. Sería la cuestión de que Jesús y María (de Betania, Magdalena, apóstol) serían un binomio inseparable, es decir, no es que María se acercara a Jesús y éste la acogiera en su grupo, sino que la razón de ser de Jesucristo estaría ligada absolutamente a su vida con Maria, a su esposamiento, a las enseñanzas que la ofreció (exclusivas) a la relación maestro-discípula más amada, al Secreto mesiánico que la otorgó...
Las religiones cristianas nos enseñan que no seguimos las enseñanzas de un hombre (aunque sea Dios) sino la Vida de un Hombre, la Vida del Hombre Perfecto, y ésta no sería posible si no hubiera estado a su lado su esposa, alumna, discípula, amada. Por eso, en la misión de Jesucristo en la Tierra, en este plano físico, la importancia de su relación con María es absoluta; y podríamos aseverar que sin ella, no hubiera sido posible la energía que nos legó; a través de María Magdalena.
Nos han enseñado, por miedo y con miedo, y con falta de veracidad, que Jesús es Uno, y todo giraría a su alrededor, pero lo real y cierto es que Jesús, en este plano físico, necesitó no sólo de un cuerpo mortal, con todas sus actitudes y posibilidades humanas, sino también de un esposamiento físico/humano, sagrado/cósmico, de una relación de complementariedad entre el yin y el yang, entre lo másculino y lo femenino, en un encuentro sagrado que, entre otras maravillas, dio a la Luz a dos vástagos que siguieran las enseñanzas del Maestro y de la Maestra.
?Podimos afirmar que María era una deidad como Jesús? Desde luego no al principio, cuando naciera, pero si se trasformó, el propio Jesús la trasformó liberándola de toda oscuridad y haciendo que pasara a otro estado de Luz, compatible con la vida, pero sin mácula, sin oscuridades, todo luz y amor...