Después de años de abandono, el Turo de Gardeny acogerá el Centro de Interpretación de la Orden del Temple. Tras un año de obras, el Castillo de los Templarios ofrecerá una posibilidad de conocer mejor la historia medieval de la ciudad leridana y la importancia que los Caballeros Pobres de Cristo tuvieron en ella.
Lerida dispone ahora de un nuevo emplazamiento arquitectónico de primer nivel, que la hace aún más atractiva para el turismo cultural. En el Castillo de los Templarios, Castell de Templers en catalán, nos podremos sumergir en lo que fue uno de los principales asentamientos del Temple en la Corona de Aragón, porque se mantienen numerosos testimonios históricos.
El origen de su construcción se remonta al año 1149, cuando el conde de Barcelona, Ramon Berenguer IV tras conquistar la ciudad musulmana de Lleida iniciando su ofensiva desde el mismo Turó de Gardeny, regaló la colina a la la Orden del Temple, ya que los monjes guerreros le habían ayudado a ganar la batalla.
El Castell de Templers se convirtió en una importante fortaleza, mandante sobre inmensas posesiones de tierras y villas, gracias a los donativos de la nobleza local. Los Templarios permanecieron en Gardeny hasta principios del siglo XIV, cuando las instalaciones pasaron a formar parte de un priorato de Amposta.
La visita al castillo, antiguo emplazamiento templario, permite acceder a distintas salas restauradas del mismo, incluyendo la iglesia de Santa Maria, la antigua bodega del conjunto y la Torre del Homenaje.
No hay comentarios:
Publicar un comentario